miércoles, 12 de enero de 2011

CAMBIANDO, CORTANDO, ESTIRANDO, MUTANDO... REESCRIBIR ES DIVERTIDO



Bueno, cuando llegué a la página 50, sucedió... Pinché.

Había llegado el momento de detenerse y retroceder un par de pasos para mirar el puzzle desde lejos, porque tenía la sensación de que estaba completándolo con piezas de cajas distintas... y efectivamente: ahí estabán los pies de Las Meninas junto con la cabeza de un dragón "tolkieniano". También había un trozo de un patito y un gato que tomaban el te juntos y retazos de una señorita semi desnuda.

El caos.

Pero entre todo ese desaguisado hay escenas... frases... momentos... Los personajes ya están ahí y hablan de cosas que tienen sentido... El tono y la atmósfera parecen ser los correctos... Cosas que hacen que ni se me pase por la cabeza tirar la toalla (iba a yo a abrir un blog contando el proceso de la peli para rajarme antes de acabar el guión, no te jode). Vamos, que estas dos semanas de escritura desorientada no ha sido tiempo perdido.

Tras dos o tres días son tocar el guión, creo que empiezo a ver las cosas más claras, al menos para solucionar algunos de los fallos del primer acto (que es el que, en un principio, más me satisface y el que menos va a cambiar a lo largo del proceso).

Si, gracias a esas páginas "definitivas" (no hay nada definitivo en esta vida, salvo la muerte), consigo ver cuál es el puzzle que estoy haciendo de verdad, las demás piezas deberían encajar rápidamente. Aunque sigo teniendo el problema del final... Madre mía, el final sigue sin cuadrar, no hay manera... Se revuelve como gato panza arriba, el muy hijo de puta.

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