Tal vez debería hacer como el Hombre, uno de los personajes principales del guión, y salir a la calle a resolver mis problemas de formas poco ortodoxas... O acurrucarme junto a Irina, la protagonista, y llorar nuestras penas juntos, esperando a que un acto de violencia sin sentido nos haga explotar y luchar por nuestras vidas.
No consigo ordenar esto de una forma lógica... Las piezas están ahí, pero me falta el pegamento: cada vez que las coloco y trato de llevar el resultado a otra habitación, se me cae a pedazitos por el camino. Pero soy el tío más cabezón del mundo: ya he dado el pistoletazo de salida y tengo que acabarlo... La peli quiere nacer, pero viene de lado... ¿Necesitaremos cesárea?.
Muy probablemente.
Rene Magritte - "Le Reproduction Interdite", 1937