martes, 18 de enero de 2011

¡AAAAAAARRRRGGG...!

Estoy de muy mala hostia... No lo consigo... Me frustro... Quiero morir... La total y absoluta falta de disciplina de un guionista por necesidad no deja de hacer mella en la historia, desgastando el filo de la navaja, que debía ser incisiva y cortante, hasta convertirlo en un romo e inútil trozo de metal oxidado... Descansar... Dejar la mente reposar... Eso es lo que me falta, pero la realidad no me deja... Necesito refugiarme en las películas y ser feliz con ellas.

Tal vez debería hacer como el Hombre, uno de los personajes principales del guión, y salir a la calle a resolver mis problemas de formas poco ortodoxas... O acurrucarme junto a Irina, la protagonista, y llorar nuestras penas juntos, esperando a que un acto de violencia sin sentido nos haga explotar y luchar por nuestras vidas.

No consigo ordenar esto de una forma lógica... Las piezas están ahí, pero me falta el pegamento: cada vez que las coloco y trato de llevar el resultado a otra habitación, se me cae a pedazitos por el camino. Pero soy el tío más cabezón del mundo: ya he dado el pistoletazo de salida y tengo que acabarlo... La peli quiere nacer, pero viene de lado... ¿Necesitaremos cesárea?.

Muy probablemente.

Rene Magritte - "Le Reproduction Interdite", 1937

miércoles, 12 de enero de 2011

CAMBIANDO, CORTANDO, ESTIRANDO, MUTANDO... REESCRIBIR ES DIVERTIDO



Bueno, cuando llegué a la página 50, sucedió... Pinché.

Había llegado el momento de detenerse y retroceder un par de pasos para mirar el puzzle desde lejos, porque tenía la sensación de que estaba completándolo con piezas de cajas distintas... y efectivamente: ahí estabán los pies de Las Meninas junto con la cabeza de un dragón "tolkieniano". También había un trozo de un patito y un gato que tomaban el te juntos y retazos de una señorita semi desnuda.

El caos.

Pero entre todo ese desaguisado hay escenas... frases... momentos... Los personajes ya están ahí y hablan de cosas que tienen sentido... El tono y la atmósfera parecen ser los correctos... Cosas que hacen que ni se me pase por la cabeza tirar la toalla (iba a yo a abrir un blog contando el proceso de la peli para rajarme antes de acabar el guión, no te jode). Vamos, que estas dos semanas de escritura desorientada no ha sido tiempo perdido.

Tras dos o tres días son tocar el guión, creo que empiezo a ver las cosas más claras, al menos para solucionar algunos de los fallos del primer acto (que es el que, en un principio, más me satisface y el que menos va a cambiar a lo largo del proceso).

Si, gracias a esas páginas "definitivas" (no hay nada definitivo en esta vida, salvo la muerte), consigo ver cuál es el puzzle que estoy haciendo de verdad, las demás piezas deberían encajar rápidamente. Aunque sigo teniendo el problema del final... Madre mía, el final sigue sin cuadrar, no hay manera... Se revuelve como gato panza arriba, el muy hijo de puta.

viernes, 7 de enero de 2011

LA PLANCHA

"Saturno devorando a sus hijos" - Francisco de Goya, 1823

Dios mío, que lento avanzo, solo una o dos páginas al día. Si fuera más lento, al terminar la jornada, tendría menos escrito que al principio... Espera, que eso me pasó ayer, que me cargé un buen trozo que escribí el día anterior.

Me desespera.

Además, Juanjo lleva varios días sin poder leer lo que voy escribiendo, así que le voy llenando la bandeja de entrada con múltiples envíos diarios, diferentes variaciones y kilométricos mails explicativos de los cambios que he hecho y por qué los he hecho...  El día que su curro le permita leer lo que he escrito, ya lo habré vuelto a cambiar y tendrá que repasar todos los mails que le he mandado (que no son pocos) para poder entender el absurdo proceso de escritura que llevo.

P.T. Anderson dice que escribir un guión es como planchar una camisa: avanzas un poquito y vuelves atrás a repasar lo anterior... avanzas otro poquito y repasas otra vez... y así hasta que la camisa está impecable.

Ese siempre ha sido mi sistema de escritura, pero esta vez parece que estoy planchando una jodida carpa de circo... y apenas llevo 40 páginas.

martes, 4 de enero de 2011

ES SOLO UNA PELÍCULA... SOLO UNA PELÍCULA... SOLO UNA PELÍCULA...


Acabo de terminar  una de las escenas más desagradables que he escrito en toda mi vida... Espero que sobreviva a las futuras reescrituras del guión y llegue a estar en el montaje final, porque es una de esas cosas que hacen que no se te olvide una peli (para bien o para mal).

Mientras escribo, no dejo de preguntarme qué pensará la gente de nosotros si llegamos a rodar "Algo que se parezca a vivir", sobre todo teniendo en cuenta como está el patio en este cada vez más opresivo ambiente políticamente correcto... Supongo que habrá quien crea que somos malas personas, que odiamos a los cachorros, que queremos corromper la mente de los menores, que bebemos sangre y que tocamos el trasero a las jovencitas en el metro.

Puedo aseguraros que solo una de esas afirmaciones es cierta.

lunes, 3 de enero de 2011

PRIMER ACTO


Llevo cerca de treinta páginas escritas (alguna menos), más o menos el primer acto de la película, y estoy relativamente contento. Hay algunas escenas que han quedado bastante bien, pero otras va a haber que reescribirlas enteras (eso se lo dejo a Juanjo, que es el que sabe de estas cosas).

Tengo fe en poder arreglar todo eso en una futura reescritura una vez acabada por completo la primera versión. Sea como fuere, me reafirmo una vez más en algo que llevo años diciéndoles a mis amigos: no soy guionista. 

Esas cosas que a los que saben escribir de verdad les salen narurales (los diálogos, la caracterización de los personajes, etc.) a mí me conllevan un esfuerzo sobrehumano y me canso rápido de darles vueltas, así que me suelen quedar diálogos en los que se nota que "el guionista da información a través de los personajes" (en palabras, totalmente adecuadas, de Juanjo). Sé que a mis diálogos les pasa eso y también soy muy consciente de que no voy a ser capaz de hacerlo mucho mejor... o que, para conseguir una pequeña mejora, voy a tener que invertir una enorme cantidad de tiempo y energia que, tal vez, prefiero invertir en lo que se me da bien: las escenas de suspense. 

Aunque hoy me he tirado todo el día escribiendo unas cuantas de esas escenas que supuestamente se me "dan bien" y, cuando las he acabado, me he dado cuenta de que he cometido tres plagios consecutivos (totalmente inintencionados). Me jode, porque las escenas no han quedado mal: tienen mogollón de ritmo, dan mal rollo y agobio y funcionan fenomenal... Pero, claro, ya lo hacían en las pelis en las que salían originalmente. 

Normalmente, por la noche, se me ocurren buenas ideas para arreglar los desaguisados que escribo el día anterior, a ver si se me ocurre algo que sea original mío... Aunque, si eso no pasa, lo mismo me pongo "postmoderno" y las dejo así... O yo qué sé. 

Ahora mismo, no consigo pensar con claridad. 

En fin, que me agota escribir... Pero sin guión, no hay peli...